Guatemala nos recibió con brazos abiertos y autobuses pequeños, bueno, eran buses enormes, como el de la foto, y super bien decorados, cada uno con su nombre, pero el espacio para las piernas era mínimo, a estos autobuses se les llama guaguas, tuguchis o simplemente
school buses, ya que son buses escolares estadounidenses traidos al país y "adaptados" a viajes por carretera para población civil; el problema es que estos viajes se hacen a velocidades bastante altas y en carreteras de montaña, ya sabeis, adelantamientos en curva, etc. Es como si fuera por las carreteras de montaña poco transitadas de Cantabria o el País Vasco, pero con más altura, más baches y menos, mucha menos protección. Pero ya sabeis que este tipo de cosas son las que dan encanto a los viajes.
Fuimos a Guatemala a renovar mi pasaporte, porque se me pasaban los seis meses de "turista" en México, así que aprovechamos para salir, ver y descubrir. Estuvimos en Huehuetenango (conocida como Huehue), Antigua (conocida como Antigua Guatemala) y en Quetzaltenango (conocida como Xela). Bonitos lugares, sobre todo los dos últimos, nos quedamos encantados del país y de la gente, sobre todo de la gente.
Como siempre que viajo, desde que conozco Hospitality Club (link en los Enlazamientos), intento hospedarme en casa de gente del lugar. Esta vez contacté con Will, un chico muy simpático que vive, según su perfil, en Huehue, pero resulta que ahora vive en Guate capital, así que Will nos puso en contacto con Jorge, su mejor amigo, que nos llevó a casa de los padres de Will en Huehue. Cenamos con ellos, Jorge nos enseñó la ciudad de noche (bonitas siluetas las de las pirámides), nos diseñó el viaje por el país y nos mostró el burdel más famoso de la ciudad, que resulta estar justo diez metros detras del edificio del Poder Judicial, con una iluminación de lo más ostentosa, reflejándose en los muros de dicho edificio.
Dormimos o medio dormimos en casa de los padres de Will, como dije; una gente encantadora, nos hicieron uno o dos grandes favores, depositaron toda su confianza en nosotros y eso es de agradecer, de agradecer mucho. A las 4,30 de la mañana salimos en bus para Antigua, aunque me equivoque de hora y llegamos corriendo a las 3,30 a la estación... cosas que pasan.
En Antigua no conseguimos contactar con nadie de HC o de couchsurfing (otra web similar), fue
todo un poco precipitado. Estuvimos dos días y dos noches en Antigua, las únicas que pagamos hotel, bella ciudad, pero bastante cara para alguien con sueldo mexicano, cosas del turismo. En Antigua quedamos con Will, al que no habíamos conocido en persona aún; nos vimos en un Pub irlandes de esos que existen en todo el mundo... la verdad es que podríamos haber estado en Salamanca, Madrid, Dublín, París, Estocolmo, Buenos Aires, New York... es lo que tienen estos pubs, que te transportan a cualquier lado. Para colmo la clientela era también internacional, como en la mayoría de pubs irlandeses ¿no?. Ah! y no tenían Guiness, que raro. Estuvimos de fiesta con Will esa noche, él se volvió a Guatemala ciudad y nosotros a la cama para continuar hasta Xela al día siguiente.
En Xela nos acogió Sergio, hermano de Will, un gran tipo también. Vive en una casa en donde se edita una revista independiente bastante chula, también había ambiente internacional en este lugar. La ciudad es bastante bonita, como en todo Guatemala, se ven montañas por todas partes.
Fue un día tranquilo, de paseo y relax, vimos una peli en casa de Sergio (Un documental llamado "Las estrellas de la linea" muy recomendable, coproducción de España y Guatemala sobre la prostitución en Ciudad de Guatemala, vedla si podeis, es bastante actual).
El infierno fue al día siguiente.
Bueno, no infierno pero sí penitencia o algo así. Salimos de Xela por la mañana con intención de llegar en tres horas a la frontera, cosa completamente posible, pero no si te equivocas de bus. Nos metimos en uno que iba a la frontera que queríamos, pero eso si, iba despues de siete horas de vueltas por el país, pasando por otra frontera con México antes de la nuestra, decidimos
cruzar por la primera frontera que apareciera. Cruzamos y me ponen una sanción que tendré que pagar por no tener el sello de entrada a Guatemala (no me lo pusieron al entrar porque en el momento de entrar al país un agente indecente me dijo que no hacía falta, que pasara directamente). El río de la foto es la forntera natural entre Chiapas y Guatemala, es el rio Usumacinta.
Resulta que cruzamos la frontera por el punto más lejano (y caro) a Tuxtla Gtz., capital del estado de Chiapas, donde vivo por el momento: Otras 7 horas en bus (esta vez un bus cómodo, eso si) hasta llegar a casa. A las 12 de la noche estábamos aquí...
Bendita ducha....